viernes, 3 de julio de 2015

Dulce Nombre "Parte 2"

El mismísimo diablo había profanado el alma de aquellos rostros, el color de la vida, el aliento que emerge de la necesidad de estar vivo y el brillo de quien desea vivir.

El detective Sanz observó a los padres de Andrea, en sus caras se proyectaba la inocencia y el sufrimiento, pero aún así no podía descartar la sospecha. No hasta que la coartada quedara confirmada.

Al entrar en la habitación de aquella adolescente, un pequeño crujido en la nuca se proclamó vencedor, como de costumbre, en la sien de Sanz. Era la señal de la muerte injusta, la sentenciada por un prójimo a su víctima. Alguien qué, de no ser por aquel cruel acto, posiblemente hubiera vivido muchos y buenos años.

La joven, desnuda sobre la cama, abierta de brazos y piernas cual estrella de mar. Un sin fin de cortes limpios, poco profundos. Uno mortal en la yugular. Su boca y sus ojos abiertos, acristalados.

Sus padres habían ido al cine y a cenar a un restaurante fuera de la ciudad, en la costa este.

"¿A quien invitaste, Andrea?"... Se preguntaba el detective Sanz. "Y ¿Porque te hizo esto?"

Esa misma madrugada, el forense confirmó el resto. Andrea murió desangrada, mientras alucinaba por todo el LSD que había ingerido. Luego la sodomizaron con aquella caña de bambú, dejando el objeto en su interior. Y la única pista, la nota. "Mi nombre es Dulce Nombre".

Ni una sola huella, ni un cabello, una uña. Nada.

***

Carla siempre ha sido mi mejor amiga y matar a su padre resultó ser más fácil de lo que imaginé.

El hacha volaba en mis manos, el estaba totalmente ido. Me deseaba, de rodillas, frotando su miembro entre mis labios. O a cuatro patas, gimiendo con mi dulce y tierna voz, gimiendo como una niña. ¿Como una niña? Bueno, una niña es lo que soy. Con catorce años, una aún puede ser considerada una niña... ¿No es cierto?


***

Al detective Sanz lo hallaron a los tres días del asesinato de Andrea. Mutilado de brazos y piernas, cercenados con un hacha. El arma del crimen se encontraba sobre el torso de la víctima.

El cuerpo restaba en el sótano de su propia casa. Ocurrió de madrugada, mientras su hija Carla dormía, dos plantas más arriba. Sanz era viudo.

El caso fue a parar inmediatamente a manos de Fausto Hernández, su compañero en la central.

Tanto Fausto como su mujer, Claudia, habían quedado muy afectados por la muerte de Roberto, eran grandes amigos. Habían pasado los últimos fines de año juntos. Carla y Sofía siempre habían sido inseparables.

Sofía fingía divinamente ante su familia y el resto del vecindario. Parecía traumatizada por el reciente asesinato del padre de su mejor amiga.

***

Mi nombre es Sofía Hernández, pero algún día... Todos me llamarán, Dulce Nombre.



Continuará...


Jethro Tull


20 comentarios:

  1. Buena segunda parte. Excelente relato escrito con sangre en lugar de tinta.
    A la espera de la continuación compañero.
    Un abrazo

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    1. Me ha gustado eso de escrito con sangre...
      El lunes siguiente parte.
      ¡Abrazo y gracias, compañero!

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  2. Me gusta el juego de ver a la víctima y también ver al criminal. Ahora sólo me pregunto: ¿Quién más morirá y quién saldrá victorioso?

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    1. Yo estoy disfrutando muchísimo con este juego...
      Esas preguntas tendrán respuesta.
      ¡Gracias, Jorge!

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  3. Terribles crímenes perpetrados por una adolescente? Eso añade más horror al caso, si cabe.
    Estoy deseando que desenmarañes la madeja para nosotros, parte a parte, hasta conocer todas las implicaciones, todos los motivos, todas las víctimas...

    Realmente bueno, Edgar. Formidable!! Quedo a la espera de continuación :)

    Un abrazo, Compi, que pases buen finde!!

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    1. Una adolescente, un horror innato.
      Desenmarañaré la madeja como "buen" desenmarañador que soy...
      Muchas gracias, Julia.
      ¡Abrazo, Compi y Feliz Finde! ;)

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  4. Ahora ya se descubrió la identidad de la culpable, cada vez se pone más intrigante la historia, ¿qué pasará después?
    Como dato curioso, la verdad yo sospechaba de Carla, bueno, estuve cerca ja ja ja
    ¡Saludos!

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    1. Me alegra que te parezca que la intriga crece.
      Carla era sospechosa, ahora ya no. Estuviste muy cerca...
      ¡Saludos y muchas gracias, Felipe! :)

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  5. ¡Vaya tela con Sofía! O debería decir Dulce Nombre... No vaya a ser que venga a por mi. Totalmente escalofriante. Un besillo Hermano de Letras.

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    1. Yo la llamaría Dulce Nombre, creo que le gusta más y es mejor tenerla contenta...
      Me alegra que te parezca escalofriante.
      ¡Muchas gracias, María! ¡Abrazo grande, Hermana de Letras! ;)

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  6. ¡Vaya tela con la Lolita!. Edgar, me tienes en un sinvivir. Empiezo a imaginar un desenlace muy turbio con las tres eses: Sexo, sangre, sadismo. Uhmm

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    1. Es una Lolita, Hard Candy y otras inspiraciones, un batido de mujeres asesinas y seductoras... Veremos porqué es así, pronto...
      Esas tres eses están rondado cerca... Uhmm
      ¡Muchas gracias, Fernando! ¡Abrazo, Compadre! :)

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  7. No me ha defraudado la continuación, "telita con la niña".

    Me gusta como experimentas con los dos puntos de vista, el asesino y la víctima. Esa situación vista desde dos ángulos distintos siempre me parece fascinante porque te permite entender un poco más. En tu caso...sigues dejándonos en ascuas y deseando que resuelvas.

    Gran trabajo.
    Un abrazo,

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    1. Me alegra no haberte defraudado y espero no hacerlo en el futuro.
      Intento hacer entender todos los puntos de vista de los personajes, empatizar incluso con los dañinos.
      ¡Muchas gracias, Conxita! ¡Abrazo, Compañera! ;)

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  8. Si la primera entrega me dejó muy intrigado, ésta me ha dejado consternado. No hay que fiarse de las niñas con cuerpo de mujer ni de la mujeres con cara de niña, jaja.
    Un abrazo.

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    1. Esta niña no es muy de fiar, es agradable pero puede encontrar razones suficientes para dejarte fuera de escena.
      ¡Muchas gracias, Josep Mª!
      ¡Abrazo, Compañero! :)

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  9. Muy buen relato, una dulce niña con un dulce sobrenombre.
    Feliz noche :))

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    1. Gracias por tu positiva valoración, Alejandra.
      ¡Abrazo, compañera!

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  10. No me esperaba que Sofía fuera una niña, un dato que logra su cometido: impactar, y más soltándolo con la naturalidad con que lo suelta. En esta segunda parte retrocedes y nos muestras un breve pedazo de la investigación de Sanz y luego cómo fue asesinado, que realmente, no nos compadecemos de él, por lo que hacía en el momento con la menor.
    Una asesina fría y calculadora, con solo catorce años. Me gusta.
    Abrazo, amigo.

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    1. Sí, es una niña y como tal, no es del todo responsable de sus actos. Aún así deberemos entender el porque de sus macabros asesinatos.
      Quise darle un toque perverso por parte de sus víctimas, para empatizar aún más con Sofía. Pero quizás no todas sean así...
      Me alegra que te guste.
      ¡Abrazo, Amigo de las Letras!

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